CONSAGRACION AL CORAZON INMACULADO DE LA ENCARNACION DEL HIJO DE DIOS
CONSAGRACION A LA DAMA BLANCA DE LA PAZ
!Oh Corazón Inmaculado de la Encarnación del Hijo de Dios! humildemente postrados a vuestros pies, venimos a consagraros a Ti, Madre querida, Dama Blanca de la Paz, nuestras almas y nuestros cuerpos, para que Tú dispongas de todos nosotros a mayor gloria de Dios.
Te consagramos, Madre Santísima, nuestros ojos para mirar como Tú miras, nuestros oidos, para escuchar tus sabios consejos; nuestros labios para hablar como Tú hablas, nuestros corazones, para amar lo que Tú amas; nuestras inteligencias para pensar como Tú piensas; nuestras voluntades para querer lo que Tú quieres; haciendo siempre la voluntad de Tú Divino Hijo, nuestro hermano mayor.
En una palabra, toda nuestra vida pasada, toda nuestra vida presente y toda nuestra vida futura es toda Tuya, oh Madre Nuestra.
Corazón , Inmaculado de la Encarnación del Hijo de Dios, te consagramos muy especialmente nuestros niños y jovenes para que adquieran una cristiana educación. Nuestros hombres y mujeres para que hagan siempre tu santa voluntad y reines en nuestras familias como Madre y Señora nuestra.
Te consagramos a nuestros campesinos que labran la tierra, nuestros obreros que trabajan en las minas y nuestros pescadores que laboran en las aguas, junto a todos los que se esfuerzan para engrandecer nuestra Patria.
Te consagramos nuestros hombres de armas que resguardan nuestra Patria por tierra, mar y cielo, para que Tú seas su escudo, su faro y sus alas.
Protege y guía a nuestros gobernantes para que nos conduzcan a Tí.
En fín , en una palabra, te consagramos nuestra tierra querida, con sus aguas, campos y montañas; y nos libres de terremotos, incendios, epidemias y toda clase de males.
Te pedimos que vivamos en armonía y paz con nuestros hermanos vecinos, como igualmente con todos los habitantes de la tierra.
Que todo nuestro CHILE querido sea un altar para tus pies benditos y reines en unión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos amén.
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